Historias del tren (II)

Artículo de Francisco Montoro

A finales del siglo XIX, cada vez estaba más cerca la llegada del tren a Vélez-Málaga. Todos los sectores de la sociedad, especialmente el comercial, esperaban con ilusión la llegada de tan deseado medio de transporte.

Ya durante la feria de San Miguel veleña del año de 1898, en el diario malagueño La Unión Mercantil, un autor, que firmaba como ‘Droguería Modelo’, publicaba un poema dedicado al popular cochero de diligencias Rafael Lanzas, y que rezaba así: “…Ni fue por la vía estrecha / y menos por ancha vía, / solo el pensamiento a trechas / entreteniendo a la vida. / Viajar a Vélez será, /como hasta aquí viene siendo, / sólo los coches corriendo, / según quiera el mayoral. / Salvemos a ‘Garbancito’ / por ser un hombre valiente, / que cuando llega a un conflicto / pasa a sus hombros a las gentes. / Al frente don Rafael, / que va y viene vigilando, / es su presencia reclamo / de cuanto precisa ser. / Activo y mejor amigo /conquistador de veleños / y bien sepa que lo digo, / por aprecio que le tengo. /Sus coches siempre atestados / siempre sus coches repletos, / motivan que sea objeto / de un empresario acabado. / Como se baja el telón / de una función concluida, / que tenga el ‘coche Salón’ / mucha suerte y mucha vida. / Mi pluma cae por el suelo… / tan solo al considerar, / que ir a Vélez ya no puedo, / a todos a saludar  / Yo, la ‘Droguería Modelo’. 

Al parecer, como decimos, el poema aludía a los medios de transporte previos al tren, especialmente a las diligencias, y a su famoso gerente, el citado Rafael Lanzas.

Ya dijimos que el día que llegó el tren  por primera vez a Torre del Mar, el 23 de enero de 1908, todo fue una fiesta. Su llegada fue saludada con música y cohetes. Una muchedumbre inmensa acudió hasta la estación torreña, donde se distinguían conocidísimas familias de Vélez-Málaga y todas la autoridades municipales. En aquel viaje inaugural el tren venía cargado con distinguidas personalidades de la capital de la provincia que fueron saludadas por las autoridades locales.

En la misma estación de Torre del Mar, en uno de los edificios que se iba a utilizar a partir de entonces como depósito de vagones, se había preparado una excelente recepción. Gran decoración a base de flores, plantas y banderas. En el centro se había instalado una larga mesa en forma de U donde se sirvió un “lunch” con el que el consejo de administración de la compañía del ferrocarril obsequiaba a los invitados. Sandwis, pastas, dulces...; jerez, champagne, habanos...; todo al cuidado del restaurant “Hernán Cortés” dirigido por su dueño don Epifanio García. 

Inició los brindis el gobernador civil, Marqués de Unzá del Valle, que elogió el esfuerzo de la compañía por mejorar la prosperidad de la provincia. Luego contestó por parte de la compañía el administrador delegado, Mr. Florentino Grumieaux, agradeciendo a todos la colaboración que habían prestado al proyecto, así como la valiosa cooperación con la brillantez del acto con su presencia. Luego vinieron otros brindis. El presidente del consejo de administración, Mr. Thys, brindó por el prelado, por el gobernador civil y por el ministro de fomento, así como por los ingenieros de la división de ferrocarriles, y por la “brillantísima representación presente” del ejército y de la armada. El señor Gutiérrez Bueno habló a continuación anunciando que el acto del día era el comienzo de una nueva era para la provincia de Málaga. Y, por último, no faltó la “oración” de rigor a cargo del venerable prelado Sr. Muñoz Herrera.

El tren no pudo ser una operación mejor pensada. Para Málaga suponía decenas de miles de compradores que inundaban sus tiendas inyectando unos capitales sustanciosos, a la vez que proporcionaba a Vélez un medio de comercialización de sus frutos tempranos, sus pasas y sus vinos.

Y a partir de entonces la comarca fue más fácilmente visitada por las autoridades nacionales… En 1913 el ministro de fomento, Sr. Villanueva, que giraba visita a Málaga, utilizando el tren suburbano, se desplazó hasta Vélez-Málaga… Todo un acontecimiento político que tuvo gran repercusión en la Axarquía. 

¡Qué tiempos…!