Hastío y desprotección
Viendo la política desde un primer plano, la percepción que tiene uno, es que muchas veces produce hastío. Y me explico.
Y me explico. Desde hace ya unos años estamos viendo que los partidos políticos tanto a nivel estatal, como a nivel autonómico y local, hacen primar más y anteponen sus intereses partidistas al del bien común. Para los que somos todavía unos románticos de la política, para los que creemos en ella, están siendo unos tiempos difíciles de digerir. Todos estamos viendo por los medios de comunicación los casos de corrupción que se están produciendo, los chantajes a los que están siendo sometidas las distintas fuerzas políticas para permanecer en el poder y, dependiendo de la orientación política de las editoriales, el machaque y la manipulación de la política alcanza niveles superlativos. Y no digamos nada de las redes sociales, donde de cada diez noticias, nueve son mentira, o están manipuladas para hacer el mayor daño posible. Hoy en día, si no se produce una noticia de alto impacto mediático para poder vender, es un fracaso. Nunca es entendible que se prorroguen unos presupuestos generales para no someterse al chantaje de unos partidos minoritarios. Hay que saber que prorrogar unos presupuestos supone no poder hacer inversiones durante todo un año o, lo que es lo mismo, estar bloqueado, y el motivo político que todos conocemos no es otro que el de permanecer en el poder. ¿Cómo se puede dejar sin protección a la industria, al pequeño productor, al sector primario...? Y, sobre todo, con argumentaciones ridículas, sin base científica ni técnica argumentando ahorro económico.