El precio del agua

El agua es fuente de vida, elixir que opera toda curación y un elemento purificador.

Es tan importante su presencia, que es el principal componente del organismo humano, constituye el 70% de nuestro cuerpo, siendo similar el porcentaje de agua que existe sobre la superficie terrestre. Pero, según datos oficiales, sólo el 0.007% de ese agua es potable, cantidad que se reduce progresivamente a causa de la contaminación.

Lo triste es la ausencia de lluvia. Pensar sobre la ausencia del agua es hablar de la pertinaz sequía, la cual padecemos en la Axarquía con un embalse ya muerto, porque está por debajo del 11%. Las medidas adoptadas en el Decreto 178/2021 del 15 junio se planificaron para garantizar el consumo humano. Pero, a la fecha de hoy, la situación ha cambiado drásticamente, lo que supone que, si no hay lluvias abundantes en el próximo otoño, el consumo humano de 180.000 habitantes podría verse seriamente dificultado para llegar a finales de año. Actualmente se da la situación agravante de poblaciones que tienen que abastecerse con camiones cisterna, como Comares. En este estado crítico, el ayuntamiento de Vélez-Málaga, de manera urgente, ha solicitado la puesta en funcionamiento de una planta desaladora en Vélez-Málaga, y cuyos trámites administrativos la Junta de Andalucía ha realizado. Estas noticias hablan de la realidad que vivimos actualmente. Pero, ahora, no es momento de lamentaciones para argumentar que se tenía que haber puesto soluciones en el pasado, sino afrontar el presente inmediato construyendo el futuro. Y cuando hablo de futuro no es para parchear la situación de la sequía, sino, al contrario, tomar sensibilidad de ella, y apostar por la tecnología de las energías renovables, y, además, exigir un Plan Nacional sobre los recursos hídricos, no sólo a nivel comarcal, sino también nacional. Y si se elige el agua del mar, pensando que la solución pasa por la creación de desaladoras, éstas deben ir, como aconsejan organismos entendidos sobre el tema (G.E.N.A.), con un estudio para solventar la problemática de los vertidos de salmueras en el medio marino; utilizando las energías renovables para evitar el impacto ambiental y reducir el coste energético. Es importante elaborar un ‘Plan sobre el uso del agua’ para la agricultura y el terreno a cultivar, así como para el consumo de la población, con el objetivo de lograr un buen aprovechamiento de los recursos hídricos a largo plazo.

El precio del agua se incrementará debido al coste que supone producirla, ello implicará que el agricultor se plantee la competitividad de su producto en el mercado. Nosotros, los ciudadanos, veremos una factura de agua aumentada de precio, que se une a las ya existentes: la luz, y a las de energías no renovables. Es hora de solicitar la intervención del Estado para que se nacionalice el sector energético, como han hecho Alemania, Francia, Italia, Suecia, Suiza... que tienen sus propias compañías estatales de energía.

Esta realidad me hace añorar: “Aquel pozanco de la ‘china’ en donde me bañaba de niño con otros niños./ Aquel río torrencial de los inviernos lluviosos que sabía a aceituna del viejo molino. / No lo he encontrado.”