Lección de vida
¡Cuántas veces la locura es lo sensato
y que pocas permitimos que esto pase!
Conocemos el lugar dónde nacimos,
el futuro y el final nadie lo sabe.
A un dolor le sigue una alegría,
en esta vida los dos llegan y pasan,
son muchos sentimientos que día a día
van pintando las arrugas y las canas.
La vida pasa y nosotros a la par,
tan fácil como mirarse en un espejo,
esa imagen es la única real
y cerramos los ojos pa’ no verlo.
El presente siempre fue tiempo perdido
vivimos del ayer y del mañana,
solo traemos pasaporte y un destino
y allá en el Campo Santo nuestra casa.
Cantando baja el río desde la cima,
viene cargado de vida y de esperanza,
el mar es la muerte y es la vida
para el que anduvo entre valles y barrancas.
Amanece un nuevo día y nada cambia,
y sol se pone y seguimos compitiendo.
Es más feliz el que feliz camina
que aquel que llega rico al cementerio.
Por más lecciones que nos da la vida
nunca tenemos nada de esto claro
y vamos caminando por la vida
un día felices y al otro cabizbajos.
Lo más bonito es levantarse cada día
y dar gracias al Señor por estar vivos
y no juzgar, ni otras obras ni otras vidas,
sin calzarnos los zapatos del vecino.