¡Ojalá! llegaran muy, muy lejos
mis deseos para el año que comienza,
si algún día se cumplieran estos sueños
habría paz y amor en esta tierra.

¡Ojalá! se acabara el espanto y el dolor
que hace tiempo sacuden el planeta.
¡Ojalá! que se acabe cuanto antes
el horror que supone tanta guerra.

No me gusta escuchar lo que se escucha
ni mojar el papel en el que escribo,
si pudiera cambiaría por sonrisas
ese llanto en la cara de los niños,

y ese miedo de los que lo dieron todo
trabajando sin esperar ni recompensa,
los que hoy solo buscan ser queridos
y tener un pedazo de pan sobre la mesa.

No quisiera pensar que los que mandan
son los mismos que están jugando con misiles,
esos que viven en sus casas ricamente
mientras las bajas se cuentan ya por miles.

¡Ojalá! pudiéramos disfrutar de cada día,
sembrar de paz y amor el mundo entero,
dibujar en los rostros la alegría
y convertir en tesoros los recuerdos.

Mi propósito para el año que comienza
es el mismo que tiene tanta gente,
el mío, es solo un granito más de arena
pero juntos los deseos se hacen fuertes.
El corazón del hombre no es de piedra.
¡Ojalá! Paz, amor…. y mucha suerte.