Rápido pasan los años.
Rápido se va la vida.
Lo que un día fueron risas
hoy son arrugas y marcas
y los sueños, son hoy canas.
Este tren marcha deprisa
y pasan por la ventanilla
juegos, pasiones, trabajos,
todas las risas y llantos 
que son parte de la vida.

Son lecciones repetidas
lo que el tiempo nos enseña,
menos alguna sorpresa 
todo en la vida es rutina,
rutina y solo rutina.
El otoño está llegando
y nos lleva de la mano
al invierno de la vida.
Ciegos vamos a la cita
como van los condenados.

Se equivoca el que hace planes
para organizar su vida.
El que el futuro adivina 
y quiere ir por delante
no sabe bien lo que hace.
Porque…
Este tren sigue tranquilo,
y a lo largo del camino
va de sorpresa en sorpresa.
Se equivoca aquel que piensa
que conoce su destino.