No tentemos a la suerte
Otra vez es fiesta el veinticinco.
Escrito está de rojo el calendario
en España cada año se celebra
la fiesta del patrón, que es Santiago.
Un castillo de fuegos de artificio
anunciarían el inicio de las fiestas
que,en muchos pueblos como el mío,
en estos días celebraríamos la feria.
Hoy sin farolillos, ni alumbrado
sin banda, sin charanga, sin orquesta
sin romería, sin tiovivo y sin traca
pero con muchísimas ganas de fiesta.
Porque llegó el verano, la alegría,
el sol, las vacaciones también llegan
las playas, el buen tiempo y el calor
invitan a saltar las nuevas reglas.
Pero ahí es cuando aparece la razón
la memoria, los recuerdos, la conciencia
para que no nos olvidemos tan temprano
lo que supuso de verdad la cuarentena.
¿No creéis que será mucho mejor
que llevemos la cara bien tapada
que vernos ya muy pronto otra vez
encerrados y confinados en la casa?
Hagámoslo por ti, por mí, por ellos
por todo lo aprendido en las ventanas
por todos los intrépidos guerreros
que por azar ganaron la batalla.
Por todos aquellos que un mal día
se alejaron poco a poco y en silencio
sin despedirse salieron de paseo
y sin saber cómo terminaron en el cielo.
Por los que nos cuidaron día y noche
y fueron testigos mudos del dolor,
los mismos que la cara se les cambia
cuandonos ven salir sin protección.
La vida va siguiendo su camino,
nosotros de momento enmascarados
solo la naturaleza y Dios
saben de verdad lo que ha pasado.
Amigos míos, no tentemos a la suerte,
no pensemos incrédulos:“A mí no”
este virus al igual que la ruleta
da premios a un número y un color.
Tenemos el número en la mano
y este juego aún no terminó.