Ya son de oro otra vez
los frutos de nuestros campos,
ya están para hacer el vino
los lagares preparados.
Llega la Virgen de agosto
y toca celebrar la pisa,
y este año, lo vamos a poder hacer
sin usar la mascarilla.
Dos años sin Noche del vino.
Dos años ya sin flamenco.
Dos años sin fiesta en la plaza.
Dos años…es mucho tiempo.
Vamos a celebrar otra vez:
la tradición, los recuerdos,
las costumbres, el folklore,
la historia de nuestro pueblo.
Hora es de mirar atrás
y que nadie se llame a engaño
que lo que hoy celebramos 
son las tradiciones de antaño.
Por eso, merece…

Uva de plata este sol,
este clima y esta tierra,
el empeño y el tesón
de la gente competeña.
Porque este clima es el mejor,
el sol, hace magia con las uvas,
los labradores lo saben
lo dicen sus callos y sus arrugas.

Uva de plata a la viña.
Aquella que, sin cuidados ni labores,
sigue dándole a este pueblo
de los vinos los mejores.
Por aguantar contratiempos,
por soportar las sequías,
porque siempre fue la reina
del campo de la Axarquía.

Uva de plata a la uva
y a los vinos del terreno,
los que dan nombre a esta fiesta,
los que dan fama a este pueblo.
Por endulzarnos la vida,
porque no existe otro igual,
porque en la historia de Cómpeta
fue siempre su seña de identidad.

Y una mención especial...
a aquella que adelantó su partida,
la que nos dejara un brindis 
a modo de despedida.
Por su carácter jovial,
por su trabajo bien hecho,
por haber estado siempre
al servicio de su pueblo.
En fin…
Donde hubo tradición
no hacen falta más motivos
pa´ volver a disfrutar 
de nuestra “Noche del Vino”
recordar los que no están
y brindar con tantos buenos amigos.