El pasado 6 de marzo de 2017 marcó una fecha muy especial para el mundo del cómic y la novela gráfica. Hace 100 años nació, en Nueva York, Will Eisner, quien se convertiría en uno de los más grandes autores de cómic del medio en el mundo.

Su trabajo en la serie de su propia creación The Spirit fué todo un hito tanto en aspectos técnicos y creativos, como a nivel de negocio. En la década de 1940 los superhéroes empezaban a despuntar y con su héroe pulp más cercano al género negro, Eisner logró fascinar a miles de lectores. The Spirit animaba con sus coloridas aventuras las páginas dominicales de muchos periódicos de EE. UU., convirtiéndose en todo un icono de la época. Eisner desarrollaría técnicas narrativas inimaginables y sería único al conservar los derechos de su creación. Una visión de negocio que sería otra de las grandes lecciones para las ge­neraciones posteriores de artistas. 

Tras su etapa en The Spi­rit, Eisner seguiría ex­pandiendo los límites del cómic creando cómics educativos de todo tipo durante los años 50 y 60, y en especial, para el ejército de EEUU con la revista de su propia creación PS Magazine: The Preventive Maintenance Monthly. Tal experiencia le llevaría también a dar clases sobre cómo hacer cómics destinadas a jóvenes artistas e incluso crear manuales como La narración gráfica y El cómic y el arte secuencial. Sería gracias a sus contactos con los jóvenes artistas y la osadía de la nueva corriente underground, capitaneada por autores como Robert Crumb o Art Spiegelman, que Eisner tomaría la importante decisión en 1978 de hacer un cómic de temática adulta y diseñado expresamente para ser comercializado junto a novelas en librerías generales, a diferencia de las ediciones baratas y para tiendas especializadas típicas del cómic hasta la fecha. Contrato con Dios sería el título de esta revolucionaria obra que Eisner describiría en la misma cubierta como NOVELA GRÁFICA, un término que acabaría convirtiéndose en una puerta de entrada para el cómic en el mundo de la literatura adulta y de prestigio.

Contrato con Dios, una obra en la que Eisner trataría la rabia por la muerte de su hija de 16 años, sólo sería la primera de una serie de novelas gráficas realizadas por todo un maestro que se aventuraba en esta nueva etapa con más de 60 años de edad. Hasta su fallecimiento el 3 de enero de 2005, Eisner publicaría cerca de 20 novelas gráficas, consciente de que cambiar las percepciones de la gente requería tiempo. En sus obras trataría temas variados, pero siempre alrededor de las relaciones humanas. En Ansia de vivir y La avenida Dropsie usaría la vida de los inmigrantes en Nueva York, especialmente judíos, como marco para sus historias cotidianas. Y su amor por la ciudad de los rascacielos se vería reflejada en El edificio, Apuntes sobre la gente de ciudad y Gente invisible. También exploraría sus inicios en el mundo del cómic en El soñador, y en Viaje al corazón de la tormenta y Las reglas del juego contaría la historia de su familia y la de su mujer Ann. Haría varias adaptaciones literarias como Don Quijote o Moby Dick, y trataría el antisemitismo en Fagin el judío y La conspiración. Obras como Maus, Watchmen o March han sido reconocidas con importantes premios literarios como el Pulitzer, el Hugo o el National Book Award. Y obras producidas fuera de los EE. UU. como Persépolis de Marjane Satrapi, o Pyongyang de Guy Delisle, han podido aprovechar esta nueva puerta abierta para convertirse en grandes clásicos modernos. Un importante ejemplo del peso que ha tenido Will Eisner en el mundo del cómic son los premios que llevan su nombre. Desde 1988 los Premios Eisner de la industria del cómic, considerados por muchos como los premios Óscar del noveno arte, se entregan anualmente a las mejores obras y autores en la Convención Internacional de Cómics de San Diego.