¡Seamos originales! O no…
¡Sé original!, me digo a mí misma a menudo, pero, especialmente en estas fechas navideñas, busco más que nunca la originalidad, la que necesito para hacer un regalo, para cocinar la carne de Nochebuena o para comprar los turrones, que, del blando, el duro y el de chocolate no hay quien me saque.
Todos los años lo mismo, veo un gif, un meme o un mensaje y lo capturo, y me digo: ¡Este año sí, voy a sorprender a todos con este mensaje! Pues no, este año tampoco. Antes de mandarlo ya tengo el wasap petao con esa felicitación que iba a hacer mía, diferente, y original. Un año más se me han adelantao, otros tan originales como yo, solo que más rápidos.
Inimaginable el arduo trabajo de encontrar un tema original para hacer la columna.
Lo que gastamos en encender las calles y cómo deberíamos destinarlo a proyectos que atiendan a personas en situación de vulnerabilidad, o plantear el debate del retorno económico por las ventas a las que nos inducen estas luces.
Lo consumistas que nos hemos vuelto y cómo todo se reduce a gastar, gastar y gastar en estas fechas.
Los consejos para no engordar, sin privarte de comer todo lo que la Navidad te pone en bandeja. Consejos y dietas prenavideñas y postroscón.
Navidad y divorcios, custodias, regalos a los niños, castigos por suspensos: ventajas y desventajas.
Cómo desbarramos en las comidas y cenas de empresa: Por qué lo hacemos, cómo evitarlo y, lo mejor: cómo olvidarlo.
Tema universal: la comida familiar, cómo sobrevivir a la familia, a la de sangre y a la política, cómo dividirte para estar con todos todo el tiempo y encima con tu mejor cara.
Y volviendo al capítulo de regalos y a lo original que quiero ser este año, sorprendidísima estoy por lo que he descubierto en internet, y que quiero compartir contigo, para, y desde mi vocación de servicio, darte pistas para un regalo único, que nadie se esperaría.
Un kit de eliminación de piedras de amígdalas con aspiradora y bola de succión de PVC.
O una rasuradora de lengua de silicona, herramienta para la reducción del mal aliento, (o para no tener pelos en la lengua, según dice mi amigo Nacho).
Un hacedor de bolas de nieve, que para esta tierra andaluza es de una utilidad bárbara, pero es original.
Y para los cocinitas, ni te imaginas el catálogo de regalos originales: un deshuesador de pimiento, un descorazonador de sandía de acero inoxidable, un cortador multifuncional de aguacate, un quita pelos de kiwi, o un ‘desvenador’ de camarones.
No sé, pero visto lo visto, creo que la originalidad está sobrevalorada, y que estas Navidades la cambio por la autenticidad, especialmente en los sentimientos, en esos sentimientos con los que te deseo lo mejor, unas Felices Fiestas y un muy, muy próspero Año Nuevo.
Como dice mi queridísima Paloma, la gente nos recuerda porque estuvimos, no por lo que dijimos, sobre todo en Navidad y aunque no sea un deseo original, aquí está el mío para ti… Sé muy feliz con los tuyos.