José Casamayor
Desde Antonio de la Jara a la actualidad, han sido muy pocos los escultores que ha dado Vélez-Málaga. Casi se podrían contar con los dedos de la mano. Pero es verdad que, en alguno de los casos -por ejemplo Jaime Pimentel- las cotas alcanzadas han sido altísimas.
Un caso singular por su calidad y popularidad es Pepe Casamayor. José Casamayor Sánchez nació en Vélez-Málaga el 21 de noviembre de 1951 en la calle Juan Fernández Palma.
Nuestro querido amigo Casamayor es hoy un destacado escultor español, reconocido por su habilidad para transformar la piedra en obras de arte que fusionan realismo y abstracción. Su trayectoria artística comenzó a temprana edad, cuando, con solo ocho años, asistía a clases de dibujo y pintura impartidas por el acuarelista granadino Juan de Dios Morcillo en la escuela de arte de Vélez-Málaga. Allí compartió aulas con figuras como el pintor Evaristo Guerra y el poeta y dramaturgo Joaquín Lobato. Aunque inició su formación en el dibujo y la pintura, Casamayor se inclinó de manera autodidacta hacia la escultura, experimentando inicialmente con el modelado en barro.
La primera exposición individual de Casamayor tuvo lugar en 1976 en la sala de exposiciones de la Caja de Ahorros Provincial de Vélez-Málaga. A partir de entonces, su obra ha sido exhibida en numerosas ciudades españolas, incluyendo Málaga, Nerja, Madrid, Bilbao, San Sebastián, Zaragoza, Barcelona, Tarragona y Lérida. Su proyección internacional se consolidó en 1996 con una muestra colectiva en Bruselas, Bélgica, ciudad en la que ha expuesto en repetidas ocasiones. Además, ha participado en ferias de arte en ciudades como Londres, Las Vegas y San Francisco.
La obra de Casamayor se caracteriza por la incorporación de elementos como cuerdas, nudos y tornillos tallados directamente en piedra, especialmente en piedra de Calatorao, una caliza que selecciona personalmente de las canteras. Sus temas recurrentes incluyen ventanas, figuras femeninas y animales, con una predilección por los caballos. A través de diferentes técnicas de pulido, logra texturas que evocan materiales como hierro, tela o madera, dotando a sus esculturas de una riqueza táctil y visual.
Entre sus obras públicas destacan Hércules y los leones en Vélez-Málaga, una mula en Arenas, un torso masculino en el paseo marítimo de Benalmádena y una ventana en los Baños del Carmen en Málaga capital. Recientemente transformó un ficus centenario muerto en Vélez-Málaga en una escultura que rinde homenaje a la fauna local, incorporando figuras de caracoles, palomas, una cabra malagueña y un camaleón, revitalizando así un elemento natural emblemático de la ciudad.
A lo largo de su carrera, Casamayor ha sido galardonado con numerosos premios y menciones de honor, consolidándose como una figura clave en el panorama escultórico contemporáneo. Su dedicación y pasión por el arte se reflejan no solo en sus creaciones, sino también en su estilo de vida, ya que compagina su labor artística con el cuidado de árboles frutales en la comarca de la Axarquía, demostrando una conexión profunda con su tierra natal y su entorno natural.
Buen amigo de la mayoría de los artistas veleños, es amante de la cultura y defensor de su tierra de la Axarquía, a la que pregona por todos los lugares donde acude con sus capacidades para esculpir obras de arte.
A sus 73 años, sigue siendo un fuerte puntal del arte de Vélez-Málaga y es admirado y respetado, no solo por los veleños, sino también por infinidad de críticos y expertos en arte de nuestro país.