Mi carta a los Reyes Magos
¿Dónde quedó la ilusión
de colocar los zapatos,
de dormir poquito y mal
esperando los regalos?
Qué fue de los nervios infantiles,
de aquella dulce inocencia
cuando dejábamos calentita
la leche con las galletas.
En qué momento cambiamos:
los nervios por impaciencia,
la ilusión por decepción
y las sonrisas por muecas.
Desde aquella mi niñez
¡cuántos Reyes han venido!
Y ¿en qué momento perdimos
esa ilusión de ser niños?
¡Aquellos sí que eran magos!
y nosotros sin saberlo,
cuando el dinero y los padres
quedaban fuera de juego!
Después de superar dos guerras
y los desastres naturales,
yo para el año que viene
le pido a sus Majestades
que no me traigan regalos
ni más cosas materiales,
yo, solo pido salud
para amigos y familiares.
Tal y como está la vida
de incertidumbre y temor,
mi carta a los Reyes Magos
la escribo desde corazón.
Solo quiero ser feliz
y que sean felices los míos
y que la noche de Reyes
la vivamos como niños.
Mis queridos Reyes Magos
con el corazón escribo,
si veis que me porto bien
traedme lo que os pido
y así, otro año si Dios quiere,
os pueda pedir lo mismo.