Artículo de Ignacio Pérez
Artículo de Ignacio Pérez
Columna de Ignacio Pérez
Columna de Ignacio Pérez
Columna de Ignacio Pérez
Columna de Ignacio Pérez
Columna de Ignacio Pérez
El Rinconbús es un desconocido. Es como un vecino anónimo al que vemos de vez en cuando pasear por las calles de Rincón de la Victoria, un vecino de aquí, de los de siempre, al que saludan los más veteranos, los mayores, pero que los nuevos, los recién llegados, los visitantes o los que no han tenido la necesidad o la voluntad de saludar, no lo conocen. Así es el autobús urbano de Rincón de la Victoria, usado por unos, pero muy desconocido para muchos.
El servicio de limpieza acabó el año escolar, a final de curso de 2017, con un suspenso y pendiente de recuperación para septiembre, lo que significa que tiene que aplicarse en verano, cuando la mayoría de nuestros amigos, familiares y vecinos están de vacaciones. Hay que tener mucha fuerza de voluntad o alguna ayuda extra, en algunos casos, para aprobar la asignatura pendiente.
Los presupuestos participativos han contado desde sus comienzos con la ilusión de muchos vecinos como una manera de poder poner en marcha pequeñas iniciativas que escapan al radar de un gobierno municipal e incluso que están fuera de su programa de gobierno y/o de su ideario político. Sin embargo, en la práctica, la perversión política de los presupuestos participativos, y especialmente del Grupo Motor, será lo que dé al traste con este modelo, de no cambiar, para alegría de sus detractores.
Algo pasa con Rincón de la Victoria que, a pesar de tener 45.000 habitantes y un lleno en las playas y paseos marítimos, siempre da la sensación de desapego, y cuyos comercios y restaurantes miran a los meses de verano como la tabla de salvación a un invierno que se les hace eterno. Francisco Salado, actual alcalde, lo decía en una entrevista para El Rincón Habla: “los vecinos tienen la sensación de que Rincón de la Victoria no avanza y de que no tiene arreglo, y esto causa mucha desafección”.
Que llegara a mis manos un artículo de Quo hablando del tejón de la miel, parece que no ha sido una casualidad justo ahora que ha llegado la moción de censura y que el equipo de gobierno se había lanzado -con desmesura- a anunciar todo tipo de proyectos, convenios, cursos y un largo etcétera. La irresponsabilidad de la ya exalcaldesa Anaya antes de dejar el gobierno, hipotecando al ayuntamiento de Rincón de la Victoria y a todos sus vecinos, todo por el rencor de la moción de censura, y poniendo la guinda final al revanchismo -que ha sido la tónica general de estos dos años del gobierno socialista y de Podemos-, sólo ha sido superada por la ‘niñería’ de los comentarios en redes sociales, como ese de “Temblad que hoy os dejo triple dosis de #parálisis en #RincóndelaVictoria”.
Cuando camino por las calles de Rincón de la Victoria, por sus estrechas aceras, cuando subo sus cuestas, siempre pienso cómo será recorrer este municipio cuando alcance la tercera edad y, si llego, la cuarta edad. Me detengo a mirar a los ancianos, andando con cuidado, con sus andadores, mirando con recelo a ambos lados de la calzada antes de cruzar la calle, o con temor a la cuesta que tienen que bajar. Observo a los padres empujando un carrito por la carretera porque las aceras son como una pista de obstáculos, con farolas, señales, papeleras o alcorques que impiden el paso. Miro con envidia a los ciclistas con sus bicis por la avenida del Mediterráneo o por el paseo marítimo, y me pregunto cómo sería subir o bajar en bicicleta desde Añoreta, o desde Parque Victoria, desde el Cantal, o ir a la biblioteca Antonio Hilaria. Cuando conduzco los tres, cuatro o cinco kilómetros que separan Rincón de la Victoria de Benagalbón o de Parque Victoria, imagino estos núcleos como islas o atolones de casas separados por un mar de asfalto.
Cada 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa como recordatorio a los gobiernos de respetar su compromiso con la libertad de prensa. Es, además, un día de apoyo a los medios de comunicación, que son objetivos de ataques a su independencia, de restricciones, y de recuerdo a los periodistas que perdieron la vida en el ejercicio de su profesión.
Quién no ha participado en algún debate o discusión, más o menos acalorada, sobre si Rincón de la Victoria es un municipio turístico o un pueblo dormitorio. La Junta de Andalucía ha puesto fin a este debate y, para calcularlo, ha establecido unos criterios cuantitativos.
La dimisión de IU y su salida del equipo de gobierno ha dejado un Ayuntamiento a las puertas del bloqueo organizativo, con concejales sobrecargados de responsabilidades y delegaciones, una alcaldesa que ha decidido fiscalizar el trabajo del concejal de Hacienda, y un conflicto con la Policía Local y la EMMSA en ciernes, en vísperas de una nueva temporada turística.
Desde hace unos años en que los procesos de colaboración o colaborativos aparecieron, es ya un hecho que llegaron para quedarse, ya no sólo como un concepto inherente a la innovación, sino como una filosofía de trabajo para obtener resultados más adecuados a las necesidades de las personas.
“La situación de abandono en todos los sentidos de los vecinos de Lo Cea Alto es de proporciones épicas. El viernes robaron en tres viviendas de la urbanización ‘La Reserva de Lo Cea’. En los últimos dos años, en todas. Para ser exactos, quedan tres por robar, pero caerán”.