Tras las manifestaciones del Día de los Trabajadores, ¿cómo ve el papel actual de los sindicatos?

El papel de los sindicatos en la sociedad española, a debate.

Manuel Gutiérrez (PP Vélez).-  Los trabajadores confiamos cada vez menos en los sindicatos, ya que ellos viven lejos de los problemas que tenemos los trabajadores, añadiéndole además que la corrupción también es una realidad en los propios sindicatos.

Antonio Yuste (PSOE Almáchar).- Son muy necesarios; siempre han desempeñado una labor fundamental en la defensa de los derechos de los trabajadores. Han sido clave para la transformación de este país y siguen siéndolo para la recuperación de los derechos laborales.

Alicia Pérez (IU Vélez).-  Son fundamentales, como lo es su adaptación a la realidad laboral que ha generado el capitalismo radical. La precarización laboral, la inexistencia de industria que acoja grandes masas de trabajadores, los millones de autónomos, la reforma laboral, constituyen el escenario en el que han de trabajar.

Óscar Pérez (PA).- Siendo una herramienta útil y muy importante en democracia para la defensa de los derechos de todos los trabajadores, desde mi punto de vista deberían modernizar sus estrategias y adaptarse a los nuevos tiempos. 

Jesús Aranda (Músico y profesor).- El valor histórico que han tenido los sindicatos se ha devaluado. Con una clase obrera fragmentada y dispersa, con la inmensa mayoría de los trabajadores en precario, con una patronal crecida y con los viejos partidos obreros en otra onda, los sindicatos están abocados a replantearse sus funciones en el neoliberalismo preponderante.

Jesús Pastor (Empresario).- Los sindicatos iban antes ‘a las barricadas’ y hoy van ‘a las mariscadas’. En ellos ha existido una corrupción similar a la de los partidos políticos, y piensan muy poco en los trabajadores. Deben existir porque son necesarios, pero sin ningún tipo de subvención estatal: que se financien con las cuotas de sus socios. Ya está bien de mantener a tanto bandido.

Elena Aguilar (C’s Rincón de la V.).-  Son necesarios, aunque el modelo sindical tiene que renovarse. Los comportamientos poco éticos en algunos de sus representantes han deteriorado de forma significativa la credibilidad de las organizaciones sindicales y ha provocado la caída sistemática de la afiliación.