Nos deja Bernie Wrightson
Bernie Wrightson, el artista del cómic cuyo trabajo detallado, ilustrativo del lápiz y de la tinta, definió historietas de horror para una generación, se ha ido. Tenía 68 años.
Bernie Wrightson, el artista del cómic cuyo trabajo detallado, ilustrativo del lápiz y de la tinta, definió historietas de horror para una generación, se ha ido. Tenía 68 años.
Desde que me recuerdo como persona, fue ‘mi utopía’ el derecho de todo humano a vivir con dignidad. De ahí, tal vez, aquellas tempranas simpatías por las ideologías revolucionarias que nos ‘vendían’ a los jóvenes el fin de la explotación del hombre por el hombre. Más tarde, muchos caímos en la cuenta de que sí, que ‘el plato de lentejas’ estaba garantizado (la educación, la sanidad...), pero, ¡oh desengaño!, a costa de perder el tesoro de la libertad bajo la cruel e inmisericorde ‘dictadura del proletariado’ (Stalin, Mao, Pol Pot, Castro, Kim Jong-un). Del fascismo y la teocracia islámica, mejor ni hablar.
El pasado martes, había convocada, vía Whatsapp, una manifestación en los ayuntamientos andaluces para protestar por el impuesto de sucesiones, del que tanto se habla en los últimos días. Éste es uno de esos impuestos con los que el Gobierno cobra a los ciudadanos por algo que es suyo y por lo que ya pagaron en su momento, de ahí que cause tanto rechazo social.
Hay quien aduce que sólo grava las rentas más altas, salvándose el resto de ciudadanos, pero la pregunta sigue siendo la misma. ¿Por qué las rentas, sean altas o bajas, deben pagar por algo que legítimamente es suyo?
Ya el año pasado, saltó a la prensa que mil familias malagueñas renunciaban a su herencia por no poder pagar los impuestos correspondientes a la sucesión, lo que demuestra que son muchos, sean rentas altas o bajas, los que no pueden hacerse cargo de la herencia. Pensemos también que la subida desproporcionada de las viviendas en estos años, por ejemplo, hace que cualquier piso, más o menos céntrico o costero, ya supone una renta alta.
Ahí está Murcia, que ha dado ejemplo eliminando este impuesto, o Madrid, cuyo abono es mínimo. Soluciones hay, aunque, claro, si después de aquella falsa campaña del ‘No más IVA’ del PP y su consiguiente subida, queda claro que los gobiernos, sean socialistas como Andalucía, o populares, como el de España, basan sus mandatos en la subida de impuestos.
A rentas altas o bajas...
Nuestros colaboradores opinan sobre el actual mandato de Rajoy en España
El objetivo de la historia no es el conocimiento del pasado. Al menos, ese no es, según creemos, su fin último. Y ello a pesar de que lo considere así la generalidad o la mayoría de los humanos. La Historia realmente pretende conocer el presente, incluso, tratar de intuir algo de cómo va a ser el futuro. Y para ello utiliza el conocimiento del pasado.
Oigo cantar a Enrique Urquijo un verso hecho canción: Aunque tú no lo sepas me he inventado tu nombre / me drogué con promesas y he dormido en los coches... Es de Luis García Montero, a quien dediqué entre atardeceres mi anterior artículo. Un grandísimo poeta que entretiene últimamente mucho de mi tiempo de lectura. ‘Aunque tú no lo sepas’ es también el título del documental que acabo de ver en Málaga, en el Centro Cultural María Victoria Atencia. Fue por casualidad que me enteré de este acto, y fui sin dudar a ponerle cara al poeta que me hablaba tanto y tan bien desde las páginas de un libro.
Los políticos locales han caído en las redes de la Red. Más que al pueblo soberano, miran a la soberana pantalla del móvil o del ordenador. No hay político que se precie (casi todos los políticos se aprecian demasiado) que no estén atentos de continuo a las redes. Se han rendido a las redes y les rinden cuentas sólo a ellas. En verdad, se preocupan más por la imagen que dan en el mundo digital que la que muestran en la realidad cotidiana.
Siempre he sentido que hay miradas que llegan hasta el alma, como es la mirada de la luz de nuestra tierra axárquica: profunda y mediterránea. Nos lo confirma Antonio Gaudí: “La luz mediterránea es la que alcanza la máxima armonía, porque está inclinada a 45º, la cual no incide sobre los cuerpos ni perpendicularmente ni horizontalmente; esta luz, es la luz media, da la más perfecta visión de los cuerpos y la más matizada valoración”.
Desde hace unos años en que los procesos de colaboración o colaborativos aparecieron, es ya un hecho que llegaron para quedarse, ya no sólo como un concepto inherente a la innovación, sino como una filosofía de trabajo para obtener resultados más adecuados a las necesidades de las personas.
Noviembre de 1943. Un convoy de deportados con destino a Polonia se detiene de repente. A bordo va Olya, una joven judía, pero también Wilhelm, un policía alemán y enamorado de Olya desde la niñez. No muy lejos de allí, un resistente belga se oculta en las sombras…
Mi conferencia La mujer en la sociedad de hoy cerraba el ciclo sobre la mujer organizado en 1970 por Paco Montoro en ‘La voz de la Parroquia’. Apenas terminada, mi amigo ‘El cura Pepe’ me saltaba a la yugular por mi puesta en cuestión de la existencia de Dios.
Hace unos años quedé sorprendido de la cantidad de esculturas que adornaban las calles de la ciudad de Huelva. Me impactó. Me pareció hermoso, educativo para la ciudadanía, un disfrute para la sensibilidad y, por tanto, una idea a imitar. Afortunadamente, en las últimas décadas, en Vélez-Málaga, el número de esculturas que lucen en el municipio ha crecido notablemente.
Tengo un libro nuevo esperando en mi rincón de lectura. Lo vi en un escaparate, me atrajo su sugerente portada y entré a la librería a pasearme durante unos minutos por sus páginas. Su historia y su prosa invitaban a leer, y me lo llevé a casa, al lugar donde esperan otros libros recientes con sus portadas brillantes y su olor a nuevo. Será el primer libro de Luis García Montero que lea, aunque sí conozco sus versos. “Si el amor, como todo, es cuestión de palabras / acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma”.
La busco, la busco por las calles y por los bares; por las oficinas y por los colegios; por las iglesias y por las mercerías. La busco, pero no la encuentro; hace ya algunos años que se perdió del mapa. ¿Dónde te metes, melancolía? ¿Dónde tu forma indolente y descreída de encarar la vida? ¿Dónde tu punto medio, dónde tu falta de estridencias, dónde tu prudencia, dónde tu discreción?
A la mujer, por ser mujer.
A todas las madres, por poseer la creación.
El comienzo del feminismo occidental europeo surge en el siglo XIX, nace como ideario de que la mujer tenía que ir al mismo nivel sociopolítico que el hombre. Logro que, en los albores del siglo XX, reconocía el sociólogo y filósofo alemán Herber Marcuse: “La liberación de la mujer supone el movimiento más radical de la actualidad”.
“La situación de abandono en todos los sentidos de los vecinos de Lo Cea Alto es de proporciones épicas. El viernes robaron en tres viviendas de la urbanización ‘La Reserva de Lo Cea’. En los últimos dos años, en todas. Para ser exactos, quedan tres por robar, pero caerán”.
El pasado 6 de marzo de 2017 marcó una fecha muy especial para el mundo del cómic y la novela gráfica. Hace 100 años nació, en Nueva York, Will Eisner, quien se convertiría en uno de los más grandes autores de cómic del medio en el mundo.
Yo tuve el privilegio de estar en la Joya del Adriático cuando Paco Hernández era invitado en la XXXV Bienal de Venecia con Sala propia; debido al triunfo que significó su ‘Tríptico de Venecia’ en la XXXI de 1966. “De este hecho excepcional en nuestra historia de la pintura, se cumplen cincuenta años. Justo el mismo año de la inauguración del Museo de la Aduana”, me recuerda Rafael Reyna.
Cada uno es artista por algo, para algo, en algo o de algo. El arte es el mediador de lo inexpresable y todos tenemos, a veces, cosas que no podemos manifestar con los lenguajes habituales, sintiéndonos obligados a utilizar una manera diferente a lo conocido para expresarnos. Eso es lo que llamamos ‘arte’.
Él formaba parte de ese grupo de amigos adolescentes que adornaba, con su alegre desenfado, el paisaje veleño que me vio llegar un día de junio lejano en el tiempo. Su hermana fue una de mis primeras amigas de entonces, con la que compartí paseos por la carretera, guateques, mañanas de playa, tardes de jazmines y ajoblanco, misas de domingo, secretos de amor... Y fue por mi amistad con ella que conocí a Gabriel. Era un chico amable, correcto, simpático, al que recuerdo entre jóvenes estudiantes paseando por las calles veleñas, hablando de libros, de ferias..., y de un futuro que estaba a la vuelta de la esquina.