Gente importante
Dudo que la gente importante sea importante sólo por ser importante.
Dudo que la gente importante sea importante sólo por ser importante.
Cuando la razón se calla, porque no alcanza a saber de las emociones, el corazón habla. Acudimos a él para expresar los hondos sentimientos y las grandes verdades. El científico y filósofo francés Blaise Pascal, nos lo asevera con estas palabras: “El corazón tiene razones que la razón ignora”.
Los pactos de gobierno dejaron esta legislatura en Rincón de la Victoria algo tan singular como un cuatripartito, con el fin de quitarle el bastón de mando al Partido Popular, que fue la fuerza más votada. Cuando quedan escasos meses de cumplirse el segundo año de legislatura, nos encontramos algo significativo y todavía más singular.
El pasado 27 de enero, Frank Miller cumplió 60 años. Icono de una generación, nació en 1957 en Olney (Maryland, EEUU), y empezó a colaborar con Marvel a finales de la década de los 70, pero no fue hasta que trabajó en la serie de Daredevil cuando su nombre empezó a destacar a nivel mundial.
En la presentación de El Capitán Cautivo, el recién fallecido Juan Antonio Lacomba decía: “Antonio Jiménez nos recuperó el ‘humanismo posible’ que Cervantes rezuma, y nos propone a Cervantes y el Quijote como referentes a los que asirse en estos tiempos revueltos y en los que podemos encontrarnos todos”. Un humanismo que proponía, y propongo, para personas sanas de espíritu y de cuerpo, desorientados y sin fortuna, pero que aún se bastan con la justicia social, los derechos humanos y, si cabe, con el respeto de los demás. La igualdad de derechos es el paradigma. Todavía estamos en un estado de razón, de cultura, de bienestar.
(Publicado en Sur el 9 de marzo de1982)
Desde que el ataque atroz de la incultura, casada como otras veces con la fría especulación, hiciera, hace apenas un mes, rodar por los suelos y saltar por los aires las nobles piedras del edificio carmelitano veleño, Vélez-Málaga vive un luctuoso trance de dolor, luto, lamentos y confusión. ‘El Carmen’ ha muerto, y algo de todos los veleños ha muerto también. ‘San José de la Soledad’ era un símbolo. Se destrozó la Puerta Real -única de las cuatro de la ciudad medieval que permanecía en pie- y se le llamó “error que no se repetiría”. Se destrozó el patio de armas de la Fortaleza veleña -doce siglos de historia dolorida- y se le llamó “qué le vamos a hacer”. Ha caído sin dignidad el Convento del Carmen -corazón urbano de la ciudad nueva- y se le ha llamado “silencio administrativo”, “consenso de cuatro de los cinco partidos” en el actual ayuntamiento, “intervención quirúrgica necesaria”, etc., etc. ¡Qué facilidad tenemos en este Vélez de nuestros amores para ponerles nombres a las ignominias!
Intento poner en orden un cajón de sastre donde guardo ‘momentos’, instantes de emoción que viví alguna vez y que quise perpetuar en el recuerdo: un verso triste, recitado en un lejano jardín, que duerme en papel cuadriculado sin perder frescura, sin hacerse viejo; un separapáginas, que compré en el Louvre, desde donde me mira la Gioconda, con su enigmática sonrisa, a veces triste, a veces alegre, a veces melancólica... Siempre hermosa. Fotos, leones alados, tulipanes de primaveras frías, la Torre Eiffel, el pequeño King-Kong que compré, casi rozando el cielo, en lo más alto del Empire State... Todo está ahí, en el orden desordenado en que lo fui guardando, mezclando sensaciones y nostalgias que vienen y van cuando abro y cierro el cajón.
Las redes están cacareando una vez más. El corral está revuelto. Ahora le ha tocado a Bimba (antes le tocó al torero). Como en todo gallinero sólo porquería y cacareo de aves de corral. Mundo de cacareo perpetuo. Mundo de gallinas imponiendo su grosero cacarear sobre el de las otras gallinas. Este mundo sólo cacarea y cacarea y cacarea y cacarea.
En su así subtitulado “panfleto en sí menor” ¿Podemos seguir siendo de izquierdas?, el filósofo Santiago Alba Rico, uno de los más lúcidos y elegantes ensayistas españoles de la actualidad, sostiene que en un mundo en que los derechos sociales y laborales, los derechos y libertades democráticas están en franco retroceso, no les queda más remedio a aquellos que no aceptan la “irracionalidad” dominante que ser revolucionarios, reformistas y conservadores al mismo tiempo.
Mientras hay funcionarios en el Ayuntamiento de Vélez-Málaga que protestan porque sus puestos de trabajo no están todavía ‘valorados’ y tienen una parte del sueldo que sigue sin consolidar en la nómina (quedando a criterio del gobierno de turno), o mientras existen servicios públicos donde se adeudan varias mensualidades a su plantilla (desde hace ya un año), o mientras en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo la gente se desespera a diario porque no encuentra trabajo...
Con Obama, no es que el mundo estuviera para tirar cohetes. Pero con Donald Trump, por las trazas, no creo que nadie se atreva a desdeñar la hipótesis de que nuestro planeta pueda saltar por los aires.
A Luis A.
Al levantarnos cada mañana, lo primero que hacemos es mirarnos en el espejo. La mirada es respondida con otra mirada como si de un lenguaje gestual se tratase. Porque, como bien dice el psicólogo californiano Ronald E. Riggio, “los ojos forman una parte crucial del lenguaje no verbal, y lo que expresamos con ellos es infinito.”
Lo que ya era algo más que previsible, se ha materializado a través de las declaraciones del concejal del PP, Sergio Díaz, que ha pedido finalmente que la alcaldesa de Rincón de la Victoria, Encarnación Anaya, se someta a la moción de confianza del Pleno, una vez que el bloqueo institucional al que está sometido se ha puesto de manifiesto con la prórroga de los presupuestos, sine die, con una opacidad impropia de los que se envuelven, micrófono mediante, en la bandera de la transparencia y la honestidad.
Giovanni Natale Buscema, John Buscema, también llamado ‘Big John’, nació en Brooklyn, Nueva York, en 1927, y murió en la misma ciudad en enero de 2002, hace 15 años; por tanto, podríamos homenajearle en su centenario, o a los quince años de su fallecimiento. Fue uno de los artistas más admirados e influyentes de la historia del comic-book, además de un autor muy prolífico, capaz de realizar muchas páginas al mes, al igual que otro gran maestro, Jack Kirby, ‘The King’.
Qué extraña es la vida. La mayor parte de ella la pasamos sintiéndonos espectadores de la misma, observadores de lo que pasa a nuestro alrededor, admiradores de las novedades que ocurren…; cuando, realmente, lo que somos, lo que realmente somos, resulta escasamente protagonista del acontecer que nos envuelve. Y es que, en este trajín imparable que mantenemos, olvidamos, a veces, las cosas realmente importantes, las que especialmente son valiosas, por las que vale la pena vivir, por las que tiene sentido ser y estar. La relación de estas cosas sería fácil de consensuar entre todos: salud, familia, amor, amigos, ilusiones…
Nuevo año. Y nuevos propósitos. El mío: decepcionar. A cuantos más, mejor. Decepcionar, para no tener que ser esclavo de la imagen que doy a los demás; para no tener que repetirme; para que nadie espere de mí más de lo necesario.
Lo vimos marchar en la quietud de un espacio nuevo y transparente, una habitación con vistas al mar y a la montaña a la que se ha sumado el esplendor del cielo, atrapado con su luna y sus estrellas en el cálido y diáfano techo de cristal que era el sueño de luz del joven que hizo de aquella habitación su particular paraíso.
Después de las ‘aventuras’ revolucionaria y contrarrevoloucionarias (Rusia soviética, China de Mao, Corea del Norte o Cuba & Hitler, Mussolini, Franco o Pinochet), entiendo que la sensatez humana, cogida con alfileres y a duras penas, puede abrirse camino. Que hay que seguir metiendo el hombro en la mejora ‘local & global’, obvio, pero ya sin el irracional resentimiento que nos lleva a considerar caprichosamente que vivimos en el peor de los mundo.
En Mi regalo de Navidad, el filósofo Javier Gomá nos invitaba, en medio de los desastres con las que convivimos, a no dejar de tener en cuenta que el nuestro es “el mejor de los mundos sidos”.
Por lo que, para este Mi regalo para 2017, he echado mano del periodista y escritor John Carlin, que en su artículo de El País, Siempre mira el lado brillante de la vida (subtitulado: ‘Parece que 2016 nos sepultó con malas noticias pero la realidad es que vivimos el mejor momento de la historia’), nos lo demuestra con datos. Hijo de británico y española, es autor de El factor humano, la biografía del hombre que evitó la guerra civil en Sudáfrica, Nelson Mandela, y que inspiró la película ‘Invictus’.
A un hombre sabio y culto, le oí decir: “La juventud es un tesoro, la vejez es un arte”. Comprendí sus palabras al ver su rostro lleno de arrugas y escuchar su voz quebrada por el tiempo. Aprendí, en ese instante, que era sabio por viejo, y culto porque había dedicado toda su vida a la búsqueda de la sabiduría.
Uno de los primeros pensamientos que le vienen a uno a la cabeza cuando llegan las navidades, es la velocidad con la que se ha ido todo un año, y te hace tomar conciencia de lo efímero de la vida, la relatividad de las cosas y que el control es una ilusión.